Se trata de una revisión de un modelo que conecta patrones climáticos regionales con fenómenos a gran escala, como los relacionados con el anticiclón de las Azores
23 de octubre de 2024
Conocer mejor nuestro clima y prever los fenómenos atmosféricos y sus consecuencias en el futuro es uno de los objetivos de los modelos climáticos que se desarrollan actualmente.
En concreto, un equipo del grupo de Clima y Ciencia de Datos del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-UC), del Departamento de Matemática Aplicada y Ciencias de la Computación (UC), y miembros de la PTI Clima (CSIC), ha sido capaz de
demostrar las conexiones que existen entre los fenómenos climáticos a gran escala en Europa y el Atlántico norte, con el clima regional, es decir, el clima que tenemos a nivel de ciudad, y de región
como Cantabria. Este estudio, firmado por Juan Antonio Fernández-Granja, Joaquín Bedia, Ana Casanueva, Swen Brands, y Jesús Fernández,
se ha publicado en la revista International Journal of Climatology.
“Usamos un algoritmo antiguo de agrupamiento en tipos de tiempo, el llamado
Jenkinson-Collison Weather Typing (JC-WT), que con los nuevos métodos de computación se ha modernizado y se puede aplicar en otras regiones, en todo el globo prácticamente; concretamente hemos cubierto toda Europa”, explica
Juan Antonio Fernández-Granja, uno de los investigadores y autores del trabajo.
Existen una serie de patrones que afectan al clima regional, concretamente también a Cantabria, “suceden a grandes escalas, que llamamos hemisféricas, por ejemplo, relacionando la presión atmosférica en Azores, el típico anticiclón de las Azores, con la presión en Islandia. Lo que hemos hecho es relacionar esos patrones con otros más regionales que recogen la información del tipo de tiempo que sucede en Santander, por ejemplo, el día de hoy”, sostiene la investigadora
Ana Casanueva.
Con ello se demuestra que estos patrones a gran escala determinan el clima regional, como el de Cantabria. “Así podemos conocer, tanto en el presente como en el futuro, cuáles son los impactos locales que vamos a tener”, afirma Fernández-Granja.
Ana Casanueva y Juan Antonio Fernández-Granja son dos de los autores del estudio.
Conocer el clima hasta el año 2100
Conocer esta relación es importante porque lo que sucede a esas grandes distancias tiene un impacto en la sequía, en la temperatura, o en las olas de calor. “Nos ayuda a evaluar modelos del clima, y así saber si son confiables a la hora de estudiar
qué va a pasar con el clima en Cantabria en el futuro y de analizar cuáles serían las situaciones de cambio climático más frecuentes; estaríamos hablando de las próximas décadas hasta 2100”.
Otra de las novedades de este trabajo ha sido crear una metodología aplicable a todos los puntos del planeta, algo costoso desde el punto de vista computacional, que hubiera sido imposible sin los recursos computacionales del IFCA y la UC. Además los datos están disponibles en un repositorio para toda la comunidad científica interesada.
Rebeca García / IFCA Comunicación