Los cuásares (“cuasi” y “estelar”) son objetos que se confunden con estrellas, aunque no lo sean. Se trata de galaxias muy luminosas y muy pesadas, extremadamente distantes en nuestro Universo.
De hecho, son las galaxias más luminosas del Universo, pero se ven muy débiles al estar tan alejados.
Un
cuásar es una galaxia que en su centro alberga un agujero negro
supermasivo, de más de un millón de masas solares (y muchos de hasta mil
millones) que atrae materia cercana. Una parte de esta materia, que es
gas y polvo, cae al agujero negro y eso provoca grandes explosiones que
son las responsables de la alta luminosidad de un cuásar, detectada
tanto en el rango óptico como en radio, infrarrojo, rayos X y rayos
gamma.
Aparte de estudiar los cuásares para aprender cómo se produce todo esto, nos sirven para entender cómo y cuándo se han formado estos agujeros negros supermasivos en el Universo. Entender
la formación y evolución de los cuásares es importante también para
saber cuándo y cómo se han formado las galaxias, ya que ambos están
íntimamente ligados. En el IFCA llevamos muchos años buscando y contando cuásares.
¿Para qué contarlos?
Es
fundamental conocer el número de cuásares que había en cada época del
Universo para reconstruir la historia de su formación a lo largo de la
vida del Universo.
(Recordatorio: “Cuanto más lejos está una galaxia o un cuásar, más “joven” es”)
Se
conocen muchos cuásares, aunque casi todos son cercanos, o no lo
suficientemente alejados como para hablarnos de sus comienzos.
Por lo tanto, hay que encontrar y censar cuásares lo más alejados posible para estudiar su origen.
Pero encontrar cuásares no es tan fácil: se confunden con estrellas y al estar tan alejados, su luz puede estar muy absorbida por el material intergaláctico.
Para evitar estos inconvenientes, nosotros (astutamente) utilizamos el hecho de que algunos cuásares emiten ondas de radio muy potentes.
El Universo es casi totalmente transparente a las ondas de radio y las estrellas emiten muy poco (o nada) en radio.
Seleccionando objetos emisores en radio y que parezcan estrellas nos quedamos casi con seguridad con cuásares.
Haciendo
esto, hemos encontrado recientemente un buen número de cuásares muy
alejados. Tan importante como el número de cuásares encontrados es que tenemos la seguridad de que hemos encontrado casi todos los cuásares (casi casi, un 97%) en un rango de distancias.
Lo
que encontramos es que hay más cuásares luminosos de lo que se pensaba
no hace mucho. Esto hace replantearse alguna idea de cuándo se han
empezado a formar estos agujeros negros (los más masivos)… aunque
todavía nos falta parte de la historia completa.